martes, 18 de marzo de 2008

Otra cosa es con Ella.

Caminando por Paseo Ahumada, sonaba Ella en mis oídos, sólo en los míos. Me divertía imaginando que el gentío se movía al compás del jazz, como en un musical. Iba distraída, no había reparado en la hora, hasta que lo vi. Me estaba esperando, se puso frente de mí de manera que no pude avanzar más y me regañó señalando un reloj imaginario en su muñeca. Todos miraban, entonces cambió su ceño fruncido por una amplia sonrisa sin dientes, me tomó de la mano y corrimos unos metros con simpática alharaca. Se despidió dulcemente con una reverencia ceremoniosa entre risas y aplausos de la gente.
Ella sonaba: Oh, Mr. Paganini, please play my rhapsody…

miércoles, 12 de marzo de 2008

Porque en la vida perder o ganar...


Tengo bien abandonado mi blog y es que últimamente hay tanto abandonado a mano de la incansable búsqueda de vivencias. Eso sí, nada olvidado.
La vida en la capital ha sido difícil, aunque mucho menos de lo que podría resultar a una persona como yo que se vino en este modo dual: improvisado y aventurero.
He tenido varias experiencias aquí, algunas muy fructíferas, como es el caso de mi trabajo (la práctica laboral) así como también algunas no tan buenas , pero en fin…experiencias son experiencias.
Cuando me pregunto si estoy haciendo bien o mal, se me viene Silvio a la mente y una bella canción que aconseja hacer lo que se deba para crecer, que habla de perder y de ganar en la vida…
Perder o ganar, es tan relativo…Siempre que se arriesga, se expone uno al éxito o al fracaso. Aunque al perder ganamos la experiencia y al ganar perdemos -entre otras cosas - el miedo a perder y así, volvemos a apostar. Como se sabe el juego es un círculo vicioso, no se terminar hasta sentirse satisfecho o hasta ya no tener qué jugar. Todo o nada.

Así he ido ganando y perdiendo y aunque no estoy en condiciones de hacer un recuento aún, me atrevo a asegurar que este tiempo ha sido de más ganancia que pérdida. He visto tanto que no conocía, he aprendido otro tanto que no sabía y he cambiado algunos pensamientos preconcebidos. Es que es diferente cuando se está viviendo lo que uno sólo había imaginado.
Llevando poco más de un mes ya pasó lo más terrible. Y cuando escribo “terrible” me refiero justamente a ese lapso de tiempo en que todo parece sincronizar a la perfección para que nada pueda resultar peor. Pero qué bien se siente tener la libertad de decidir, de cambiar el rumbo cuando lo estime. Puede ser que alguna fuerza me lleve por este camino y me hace creer que yo lo decidí. Quién sabe y a estas alturas a quién le importa, en realidad…
Por ahí una vez le leí a Cortázar, algo como “todo es más fácil una vez decidido” (o esa era la idea), cuánta razón, no? y cuánta razón tiene Silvio también en esa canción que dice que “en la vida perder o ganar sólo depende de a cuánto jugar…

Me disculpo con los eternos curiosos que pasan por aquí y se han encontrado con lo mismo hace varios días (eso días que había que amar). Tengo tanto que escribir, tanto que contar, que compartir con ustedes. Lo haré constantemente, es un compromiso!

Imagen: La habitación de Vincent en Arlés - Van Gogh - 1888